Plastic eternity, lo nuevo de Mudhoney

¡Que onda, compas! El día de hoy me toca presentar la reseña de una primera impresión; es la primera vez que me toca escuchar a esta banda que la verdad trae muchísima propuesta desde sus inicios.

Estoy hablando “Plastic Eternity”, el nuevo disco de Mudhoney, banda indie formada en Seattle allá por 1988.

¿Alguna vez han escuchado una canción y pensaron “¡ah, no manches! Este debería ser el soundtrack de tal o cual cosa”? Bueno, este es mi caso, escucho todo el disco y me hace tener flashbacks de escenas de Merlina o Stranger Things, pensar «esto es algo que escucharía Mike en su habitación», o «algo que Merlina bailaría en la pista de baile»; incluso la música ambiental que pondría en una película de Wes Anderson.

Después de escuchar todo el álbum, les dejo mi análisis de cada uno de los tracks:

Souvenir of my trip: Recuerda a esos momentos en los que desconectas de ti, cuando permites que su esencia crezca alejado de aquello que acostumbras. Puede que para quienes se quedaron todo siga intacto, como si nada hubiera cambiado; sin embargo, quien se aleja sufre de metamorfosis, a veces de manera consciente, a veces inconscientemente, pero las nuevas experiencias siempre nos marcan de una u otra forma.

Almost everything: ¿Crisis existenciales? ¡Bienvenidos a esta canción! Lo mejor es dejarte llevar, y que sea lo que tenga que ser.

Cascades of crap: Básicamente una crítica a la sociedad de hoy en día, donde todo está mal, corrupto, sucio y vulnerable.

Flush the fascists: El típico nombre punk, en honor a sus contemporáneos, Nirvana; pero con letra sencilla, corta y directa, haciendo breve mención al rebelde novelista Jean Genet.

Move under: Mientras el inicio del disco te recuerda a la penumbra, el conformismo o la resignación, en esta canción hay un pequeño resplandor de ánimo indirecto, aconsejando no rendirse.

Severed dreams in the sleeper cell: Recaemos en la etapa de incertidumbre, de cansancio, de hartazgo, en las que ya no queremos saber nada del mundo que existe a nuestro alrededor.

Here comes the flood: Resumiré esta canción en una palabra: filosofía

Human stock capital: una crítica al capitalismo y a cómo nos sentimos muchas personas en el ámbito laboral: como una pieza más que no es indispensable, reemplazables, y que por necesidad a veces tenemos que ceder a este sentimiento.

Tom Herman’s hermit: ¿Quién es tu Tom Herman? Aquella persona por la que siempre esperas, a quien buscas y necesitas mirar.

One or two: Olvida la individualidad, encuentra a tu complemento, a quienes congenian contigo, la soledad es adictiva una vez que te acostumbras, pero la vida es mejor teniendo con quien compartirla.

Cry me an atmospheric river: Te toca afrontar las consecuencias de lo que permites que suceda, de dejar las cosas como te sean más cómodas; no podemos reclamar aquello que nos molesta si nos quedamos de brazos cruzados dejándolo «fluir».

Plasticity: Todo se reduce a lo artificial, a lo que le damos valor hoy en día, todo es cada vez más falso y permitimos que se profese.

Little dogs: Una forma poco ortodoxa de cerrar el disco, pero una con la que todos nos identificamos: sean perritos, sean hobbies, sean estupefacientes, todos tenemos algo que nos permite ser libres y disfrutar de la vida, aunque sea por un instante.

En resumen, si te gustan las vibras que resultarían de una mezcla entre Deftones, Devil Went Down to Georgia y Duran Duran, ese alternativo suave que te hace comenzar por mover los hombros hasta llegar un headbanging ligero, te recomendamos darle un play a esta joyita.

Nos encantaría conocer tu opinión, o experiencia con esta banda si ya la habías escuchado.
¿A que momento de tu vida te llevan sus canciones?

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